lunes, 24 de agosto de 2009

El arte de mirar al pasado

Sin lugar a dudas uno puede tener más afinidad por los deportes, pero con toda la movida de TyC, AFA, Kirchner y compañía, uno tuvo que habituarse a las nuevas caras y a otros canales de transmisión para el fútbol.

No voy a aburrir con todo lo que ocurrió, por que ya lo sabemos y se difundió por todos los canales, radios y diarios. Sólo voy a hacer alusión a un programa insignia de la televisión hablahispana.

Uno estaba habituado a Sebastián Vignolo con Macaya Márquez en el principal partido del domingo y luego esperar a las 22 horas para ver Fútbol de primera, que a mi criterio es un programa emblema de la televisión argentina, un clásico como Showmatch, Susana Giménez y Mirtha Legrand, que lleva veinticuatro años en el aire y un Martín Fierro de oro. En este programa, todo futbolero aguardaba ese horario para poder ver los goles de su equipo que no pudo ver el fin de semana por que tuvo otros acontecimientos y decidió disfrutar de sus días libres. Un programa que se mira en plena cena, con pizza y una cerveza haciendo la compañía perfecta.

Como el programa pertenecía a TyC, tenía la exclusividad de pasar los goles antes que cualquier otro medio televisivo, ahora, ¿Es un secuestro? ¿Cuál es la necesidad de hacer semejante comparación? ¿Los montoneros no secuestraban? Pobre el Señor Macaya Márquez, pobre Adrían Paenza, pobre Marcelo Araujo, pobre Juan Pablo Varsky, pobre Fernando Pacini, que tienen que verse comparados con las atrocidades cometidas en una época en la cual montoneros y militares se mataban y dejaban vidas inocentes en el camino por una manga de hijos de puta (de ambos lados) que se preocupaban de sembrar terror en el país.

La Presidente tiene un discurso armado, ya lo sabemos, dice siempre lo mismo y cambia ciertas palabras según el tema que toca pero, ¿Hay alguna necesidad de mezclar el fútbol con la política y las armas? ¿Se puede ser tan basura?

Esto me hace recordar a las peores miserias que tuvo nuestro fútbol, cuando el nefasto César Luís Menotti se atrevía a decir que había un fútbol de izquierda y otro de derecha y su estilo representaba a la izquierda, por que era el fútbol que le gustaba a "la gran masa popular" y el de derecha era el de ganar a cualquier precio y representaba a unos pocos (cuando Menotti vivía en la calle Quintana del barrio de Recoleta y se abrazaba con Videla y Galtieri). O sea, una clara muestra de lo que es la fantochada de meter la política en este bello juego. Un argumento erróneo, además, que puedo fundamentarlo en otro artículo.

Pero volviendo al tema central, la supuesta mandatario volvió al discurso setentista que tanto le gusta a la mediocre izquierda "progresista" argentina y metió de nuevo el dedo en la herida. Pero en este caso no sólo no le gustó a la derecha conservadora, tampoco le gustó al otro bando, la criticaron y repudiaron por esta comparación absolutamente irracional e inexplicable, no se concibe que en todos los discursos siempre este en el medio la dictadura militar y de manera hemipléjica recuerde selectivamente el pasado repudiable de nuestro país.

Que esté en contra del Grupo Clarín y su monopolio por algo personal es una cuestión ridícula, que quieran apoderarse de todo lo que tengan a su alcance (Aerolíneas, ANSES, fútbol, etc...) puede ser una cuestión de ideología de querer estatizar y poder controlar grandes negocios, más allá de que "alguien suspicás" diga que se quieren quedar con todo, así cuando termina el mando K en el 2011 se lleven todo. Es cuestión de lo que piense cada uno.

Hablar sin conocimiento de causa es malo y más aún si viene de parte de un líder. Si tiene que dar un discurso de un tema que no es de su incumbencia, por que no entiende nada de fútbol si apenas vió dos o tres partidos del club que simpatiza, que hable dos o tres minutos en e acto y nada más, pero llegar a ese extremo, no.

La empresaria Hebe De Bonafini, que se pasa dando discursos moralistas y venerando a las FARC, a Fidel, Chávez, a todos los personajes asquerosos de latinoamérica y obviamente al matrimonio presidencial, no hizo acotación alguna con respecto a las palabras poco célebres de la señorita plantense.

Cae de maduro decir, por que todos ya lo deducen, que la jugada del gobierno por los derechos de televización del fútbol no es para que el pueblo mire todos los partidos y no pague un adicional por ver los los diez partidos por cable y/0 por un codificado, sino que es solamente para arruinarle un negocio al grupo Clarín, nada más.

Y al margen, doña Rosa no quiere ver todo el tiempo fútbol, se cansa de que le repitan por todos los canales los goles cada cinco minutos y tenga que ver los diez partidos del campeonato.

1 comentario:

Porto dijo...

Es cierto, uno esperaba pacientemente que se haga domingo a las diez de la noche para ver los goles de la jornada y no nos importaba, eramos felices pudiendo ver fútbol de primera, tan Argentino como el dulce de leche, pero no te preocupes... la grilla del rating nos acompaña. Miramos y mirabamos y miraremos Fútbol de Primera por su calidad y no porque no queda otra.